El Observatorio Europeo Austral (ESO) está llevando a cabo un proyecto monumental en el desierto de Atacama, el más árido del mundo, ubicado en Chile: la construcción del Telescopio Extremadamente Grande o ELT. Para hacerlo realidad era necesario contar con un socio logístico multinacional que pudiera enfrentar desafíos extraordinarios. Aquí es donde DSV comienza su colaboración con ESO al cumplir con los altos estándares requeridos.
Navegando en un mar cósmico
Con una envergadura de 39 metros de diámetro, el espejo principal del telescopio no podía ser fabricado en solo una pieza. Por lo tanto, se construyeron 798 elementos hexagonales, cada uno con 1.5 metros de altura y un peso de 250 kilogramos, los cuales debían ser embalados y transportados bajo máximos parámetros de calidad, para evitar cualquier tipo de daño o alteración de estos. DSV asumió esta misión sin igual, transportando los primeros 18 segmentos del Extremely Large Telescope (ELT) desde un almacén en Francia hasta el desierto de Atacama en Chile, cubriendo exitosamente una distancia de alrededor de 10,000 kilómetros.
El trayecto desde el puerto de Le Havre, en Francia hasta el puerto de Antofagasta en Chile no fue tarea fácil. Con la carga valiosa y delicada a bordo, DSV implementó medidas especiales para garantizar la seguridad en cada etapa del viaje. Desde la temperatura controlada para compensar las fluctuaciones climáticas hasta la tecnología de seguimiento de vanguardia para monitorear la ubicación en todo momento, cada detalle fue cuidadosamente planificado y ejecutado con éxito.
Catalina Espinosa – Senior Project Specialist de DSV Santiago, Chile – nos comparte: “Fue un embarque muy demandante debido a la fragilidad de las cargas y la presión de cuanto se demoran en estar los espejos listos y el trabajo que hay detrás para su fabricación. Al momento de la descarga del contenedor había silencio absoluto en puerto, ya que tanto el operador de la grúa de la nave, como el de la stacker debían tener una precisión impecable y mucho cuidado al dejar tanto el contenedor en piso como sobre el camión.”
Un viaje interestelar por el desierto
La descarga en puerto de Antofagasta y almacenamiento hasta la entrega final debía realizarse con la máxima precaución para mitigar la fuerza g en el impacto. La fuerza g es una medida que determina la aceleración producida por la gravedad terrestre en un objeto o individuo. El punto de quiebre de esta carga es 9 g y en una maniobra normal de descarga en puerto se registran 14 a 15 g, por ello fue requerida mucha prolijidad y varias reuniones con el puerto de Callao y Antofagasta.
Catalina agrega: “Fuimos al observatorio días previos a la recalada de este primer contenedor, para ver in situ como iba el avance del ELT, dónde estarían guardados los espejos y revisar la ruta que debía hacer el conductor del camión para llegar a Paranal.”
Los elementos del espejo son únicos y no pueden ser fácilmente reproducidos. Por lo tanto, el transporte por tierra también se realizó con precauciones especiales. "Viajamos a una velocidad máxima de 60 km/h en carreteras pavimentadas y a una velocidad máxima de 10 km/h en caminos sin pavimentar. De lo contrario, las vibraciones hubieran sido demasiado fuertes", explica Torben Kleiber – Manager Operations de DSV Projects en Alemania.
Se utilizó un contenedor refrigerado con una temperatura constante de 20 grados Celsius para compensar las fluctuaciones climáticas en el viaje desde Francia hasta el desierto chileno de Atacama, donde se ubica, a 2,635 metros sobre el nivel del mar, el Observatorio Paranal de ESO. El contenedor tuvo que ser transportado en camión cama baja con equipo underland para mantener la temperatura de transporte estable hasta su llegada.
Por el elevado valor de la mercancía, DSV tuvo que proporcionar un dispositivo de seguimiento con una herramienta de trackeo del mismo contenedor con tecnología Aspiron Dattalogger; además de radios en última milla, ya que en ese tramo en pleno desierto no existía señal telefónica ni para GPS, lo cual se revisó en el estudio de ruta.
Herve Kurlandcyzk – ELT Product Assurance Manager – está encantado con la entrega sin problemas de los primeros elementos del espejo: "Este es un gran paso para nosotros. Y lo más importante es que llegaron en perfectas condiciones. Con una carga tan exigente, necesitas un socio logístico experimentado a tu lado y hemos encontrado uno en DSV."
Comprometidos con el éxito
La entrega exitosa de los primeros elementos del espejo marca un hito significativo en este proyecto extraordinario. Con DSV como socio logístico, el Observatorio Europeo Austral puede mirar hacia el futuro con confianza. Una vez ensamblados, estos segmentos del espejo permitirán una visión más clara y profunda del cosmos, revelando los misterios de las estrellas y posiblemente descubriendo nuevos mundos.
Como especialista en proyectos logísticos complejos, los transportes inusuales son el negocio diario de DSV Projects. Olaf Pfaus – General Manager de DSV Projects en Alemania – planea que la duración del proyecto sea de alrededor de 1.5 años para la entrega de los elementos restantes del espejo: "Estamos transportando según la demanda para que la construcción pueda continuar en el sitio del observatorio por etapas. La planificación previa de la logística de esta carga extremadamente sensible requirió un gran compromiso. Sin embargo, desde el inicio funcionó maravillosamente, así que podemos continuar el proyecto bajo los altos parámetros de alta calidad que nos diferencian. Precisamente estos transportes interesantes que involucran a muchas partes diferentes son muy divertidos. Nuestra red internacional funcionó muy bien: la entrega sin daños y un cliente exigente, pero satisfecho, son lo que nos motiva aquí".
Mirando hacia las estrellas
¿Qué pasará una vez que hayan llegado todos los elementos del espejo a su destino? Tras el transporte de los segmentos del espejo y una vez que sean ensamblados, se recubrirán con una superficie altamente reflectante en un proceso complicado.
Para fines de esta década, el Telescopio Extremadamente Grande debería estar listo para su uso y permitirá observar en detalle planetas similares a la Tierra. Esto podría revelar evidencia de agua o condiciones favorables para la vida. El nuevo telescopio también se utilizará para investigar la historia temprana y el futuro del universo y el papel de los agujeros negros.
DSV se enorgullece de formar parte de este viaje hacia lo desconocido. Con una red global, experiencia incomparable y un compromiso inquebrantable con la excelencia, seguimos trabajando codo a codo con nuestros clientes para alcanzar nuevas alturas en la exploración del universo.
Únete a nosotros mientras continuamos explorando los límites del cielo y más allá. Con DSV, el cosmos está al alcance de la logística.
Sobre el Observatorio Europeo Austral (ESO)
El Observatorio Europeo Austral (ESO) es una organización intergubernamental fundada en 1962, apoyada por 16 Estados miembros y socios estratégicos. Con sede en Garching, Alemania, y oficinas centrales en Santiago, Chile, ESO opera observatorios de clase mundial en el desierto de Atacama, Chile.
ESO permite a los científicos de todo el mundo investigar el Universo mediante la construcción y operación de telescopios avanzados. Sus sitios de observación incluyen La Silla, Paranal y Chajnantor, donde se ubica el Telescopio Extremadamente Grande de ESO, el Very Large Telescope (VLT), y ALMA, entre otros.
La organización reúne a más de 750 empleados de más de 30 países, así como colaboradores internacionales, con el objetivo de servir a más de 22,000 usuarios de más de 130 países. ESO se dedica a responder preguntas fundamentales sobre el Universo y a difundir la fascinación por la astronomía a través de la educación y la divulgación.
Sobre el Telescopio Extremadamente Grande (ELT)
El Telescopio Extremadamente Grande (ELT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) es un proyecto revolucionario en astronomía terrestre. Aprobado en 2012 y ubicado en el desierto de Atacama, Chile, con un espejo principal de 39 metros, será el telescopio más grande del mundo en luz visible e infrarroja.
Desde 2005, ESO ha colaborado con la comunidad e industria para desarrollar el ELT. Este telescopio avanzado abrirá nuevas posibilidades, permitiendo un avance significativo en el conocimiento astrofísico y ofreciendo vistas más detalladas de objetos cósmicos.
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